Amor migraña, toma una pastilla de diversión y sonríe.
Amor ingrato, no te olvides de los "Soy feliz y aquí me quedo junto a ti." que dijiste siempre.
Amor vagabundo, pasas por tantas calles que solo algunas llevan mi nombre, y sólo unos pocos los nuestros.
Pero ahí estamos, estoy.
Y ahí quedó, la felicidad ahí quedó.
En una banca de parque, en una esquina se impregnó nuestras risas.
Ahí quedaron como prueba innegable de lo vivido, de lo reído.
Ahí quedó, y ni la pintura, ni la humedad podrán borrar.
Ahí quedó, junto al mar.
Y se fue, se fue cuando ya no se pudo más guardar poemas en el libro.
Cuando las hojas se cayeron.
Y fuimos felices o al menos yo.
Junto al mar, y tú.
Y tú, y las sonrisa.
Y el mar en tus ojos que volcaron mi pecho.
Y fui feliz, amor migraña.
Y fui feliz, justo como ahora.
Cada uno con su vida.
Y yo estoy feliz en la mía, sin ti
Junto a otra sonrisa, junto a mi reflejo
Junto a la calle Pizarro
Junto a un mural
Lejos del lenguaje nasal
Cerca del lenguaje de unas risas sin fin
Y unas mejillas contagiantes de alegría
Y no lo llamo eternas
Por que también entristecen,
Y ahí estoy yo
Dándole una cosquilla a la depresión
Bromeando con la brisa
Ahí estoy yo
Queriéndome
Ahí estoy yo, amor migraña.
Ahí estoy.

No hay comentarios:
Publicar un comentario