jueves, 29 de noviembre de 2012

Difuso recuerdo latente


Caminar y caminar
Y encontrar la sombra nebulosa de tu antiguo y lejano paso por este camino.
Nebuloso, el recuerdo de ti,
Pero aún latente y frecuente en mi.

Esos terribles y hermosos ojos negros,
Tan negros como la oscuridad sublime que me envuelve en cada caída del sol,
Postume del atardecer.

Esos labios que convierten mi tristeza en felicidad,
Cuando se dibujan en una sonrisa pura y sincera.

Esos ojos,
Esos labios,
Combinados con esa locura sin fin,
Y esa felicidad de extrema alegría con destellos de amor,
Como traídos de la misma galaxia hacia mi.

Lastima, todo es tan solo un recuerdo mas de mis fallidos intentos de volar con compañía.
Lastima, solo es una huella de mi andar.
Fue efímero pero muy agradable,

Como las rosas en primavera,
Hermosas, dulces y sublimes, pero efímeras.
Todo se marchito, murió y pudriosé luego.
Pero no me arrepiento de nada, fui feliz.

Felicidad, que ahora es pura hipocresía.
Sonrío día a día, 
Mientras las caras fijas del mundo que me rodea me miran,
Buscando donde oculto mi tristeza y oscuridad.

Mi arrogancia y orgullo les respondían sus preguntas.

Baja el telón y vuelvo a ser esa flor frágil que se muere y pudre día tras día.

Mandado al demonio cualquier indicio de felicidad,
Y hundiéndome en el lodo brumoso del podrido recuerdo de mi pasado.

Dolor y felicidad a la vez,
Cuando pienso en ti.
¿Y sabes?
Es recurrente,
Este amor no debido me consume,
Y me mantiene feliz por segundos.

Desearía regresar y detener el tiempo,
Y vivir junto a ti, en mis pensamientos.

Ideas raras y tontas,
Mi realismo me abofetea y a gritos me dice:
Despierta, ya!!

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